GRAN BRETAÑA EN BOCA DE UN PERRO…SERA CONSERVADOR O LABORISTA

Publicado en por bagusampol

Asombroso parece que la política de estado puede estar condicionada por un perro, y no es el perro lo que me extraña, el pobre será como todos los perros el mejor amigo de hombre o la mujer, pero lo que no sabía yo, es que a partir de ahora puede que un perro esté presente y quizás aconseje con su mirada al primer ministro británico Boris Johnson en los consejos de ministros británicos. (Reuters) - El primer ministro británico, sugirió que le gustaría tener un perro en su oficina de Downing Street que acompañe a la actual mascota oficial: el gato Larry.

Johnson asumió el puesto de primer ministro esta semana, cruzando la puerta negra del número 10 de Downing Street por primera vez después de expresar su deseo de desafiar a los críticos del Brexit y llevar un nuevo estilo de liderazgo al principal cargo del Reino Unido. Como veremos es casi seguro que habrá un cambio sustancial de estilo creo que a partir de ahora las discusiones de consejo de ministros pueden acatar como una pelea entre perro y gato.

Durante un discurso dirigido al personal de la residencia presidencial, Johnson preguntó si les gustaría un perro, según informó el viernes una fuente con conocimiento de la reunión. El personal respondió con un entusiasta “Sí”. Asunto importante como ven en el primer contacto oficial entre el primer ministro y su personal mas cercano el tema a tratar fue si perro si o si perro no, that's Great Britain

Downing Street, el centro neurálgico del Gobierno británico durante casi 300 años, ya alberga a un gato atigrado marrón y blanco que ostenta el título oficial de “Cazador Jefe de Ratones de la Oficina del Gabinete”. Designado en 2011, Larry así se llama el gatito, ha sobrevivido a dos ministros: David Cameron y Theresa May.

El gato se ha convertido en una celebridad por derecho propio, con una cuenta no oficial de Twitter que utiliza algunas de las miles de fotos sacadas por fotógrafos de prensa que documentan sus idas y vueltas y peleas territoriales con otros gatos del complejo oficial. La fuente dijo que no se había tomado una decisión firme sobre adoptar un perro y declinó comentar sobre posibles acondicionamientos del lugar para que conviva con Larry.

“Puede considerarlo como un proyecto a más largo plazo”, agregó. Quizás pensó que por ahora es mas importante terminar con el Brexit vaya usted a saber, pero yo creo que viendo las actitudes y posturas del primer ministro británico creo que antes decidirá lo del perro que el Brexit. Entretanto, Larry parece estar tomando las noticias con calma. Ha sido visto en el alféizar de una ventana en Downing Street durante casi toda la mañana, según un testigo de Reuters.

La verdad es que lo del perro puede ser un elemento relajante que ayude con su obediencia y saber estar en el despacho de Boris Johnson, y esto me ha dado pie a comentar que quizás hay otro personaje político que debería tomar ejemplo sobre la cuestión de tener un amigo perro me refiero al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, (que mientras la preocupación de Johnson era su pero) Trump cargaba el sábado contra un destacado congresista negro, llamándole “matón brutal” aconsejándole que debería centrarse en limpiar su distrito en Baltimore “infestado de ratas y roedores” en vez de criticar el trabajo de los funcionarios de inmigración en la frontera mexicana. Yo creo que Trump lo que debería hacer seria regalarle un gato “como el Larry de Downing Street”.

El objetivo de Trump en una serie de tuits matutinos fue el congresista demócrata Elijah Cummings, presidente la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, quien ha llamado racista a Trump y ha criticado con fuerza sus políticas migratorias.

La presidenta demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, respondió a Trump calificando a Cummings como un destacado defensor de los derechos civiles y la justicia económica y añadió en un tuit “todos rechazamos los ataques racistas en su contra y apoyamos su firme liderazgo”. No lo sé, pero seguro que Pelosi tiene un perro.

Supongo que Trump estaba de más mal humor que de costumbre, porque el jueves, la comisión votó por 23-16 en favor de permitir que Cummings emita citaciones contra funcionarios de la Casa Blanca, incluidos la hija de Trump, Ivanka, y su yerno, Jared Kushner, en el marco de una investigación sobre supuestas violaciones legales.

Más tarde el sábado, Trump mostró su molestia con las decisiones de la comisión de Cummings, escribiendo en otro tuit que el demócrata “pasa todo su tiempo intentando dañar a gente inocente a través de la ‘Supervisión’”. El mandatario republicano había cargado antes contra las críticas de Cummings sobre las políticas implementadas por su gobierno en la frontera con México.

Los ataques de Trump llegan después del ataque que realizó hace dos semanas contra cuatro mujeres congresistas, algo que fue condenado como racista por la Cámara de Representantes, bajo control demócrata. Cummings respondió a Trump por Twitter: “Señor presidente, vuelvo a casa en mi distrito a diario. Cada mañana me levanto y salgo a luchar por mis vecinos. Es mi labor constitucional llevar la supervisión del Poder Ejecutivo. Pero es mi labor moral luchar por mis constituyentes”.

La senadora demócrata y aspirante presidencial Elizabeth Warren calificó los tuits de Trump como “feos y racistas. Están diseñados a propósito para enfrentarnos entre nosotros”. Lo dicho a Donald Trump le hace falta un perro que lo aconseje y lo calme.

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